Hasta hace apenas cincuenta años era una desconocida. Hoy, además de atribuirle propiedades importantes, los expertos afirman que estimula el sistema inmune, mejora el funcinamiento coronario, aumenta la energía celular y normaliza las constantes sanguíneas entre otros efectos beneficiosos. La coenzima Q-10 es una pieza clave del metabolismo celular que ayuda a convertir el alimento en energía además de ser uno de los principales antioxidantes liposolubles y poseer notables propiedades cardioprotectoras y vigorizantes del sistema inmune.
¿Qué es la coenzima Q-10?
Es un potente antioxidante liposoluble conocido también como ubiquinona, existe en todos los seres vivos y en todas las células del cuerpo humano.
Se descubre en 1957, por el doctor Fred Crane y aunque al principio la consideró poco importante enseguida se dio cuenta que es un nutriente imprescindible para el funcionamiento de todas las células del cuerpo humano, es tan importante que se ha demostrado que la vida humana sin ella no sería posible. Cuando los niveles son deficientes en más de un 25% de la cantidad que se considera necesaria empiezan a aparecer trastornos que pueden ir desde la subida de la presión sanguínea a ataques cardiacos, problemas de inmunodeficiencia...
¿Cómo funciona?
La Q-10 es un antioxidante único en su género. Y lo es porque consigue penetrar en las diminutas fábricas de energía de las células, llamadas mitocondrias. Para que la mitocondria produzca la energía necesita de la Q-10 que actúa como chispa. Se sabe que sin suficiente Q10 las células reciben una alimentación energética deficiente lo cual daña la función de los óganos vitales, sobre todo del corazón ya que este ha de disponer de la mayor cantidad posible de esta coenzima para generar la energía que consume el incesante bombeo de la sangre.
Vital para el corazón
Este nutriente es pues indispensable para mantener sano el corazón, son abrumadoras las pruebas que demuestran que la mayoría de los pacientes cardiacos tienen deficiencia de coenzima Q10. Si no hay suficiente coenzima Q10 el corazón no produce la suficiente energía y se producen disfunciones mitocondriales y cardiacas. Pero si a los músculos del corazón le aplicamos se le administra un complemento de Q10 aumenta significativamente la producción energética, se revitalizan las células necesitadas de energía, se favorece el corazón y disminuye el esfuerzo necesario para hacer funcionar eficazmente el corazón.
Los estudios han demostrado que también impide que el colesterol malo obstruya las arterias y que da buenos resultados en el tratamiento de otro tipo de problemas cardiovasculares como la presión arterial alta, arritmia, angina de pecho y el colapso de la válvula mitral
Aliado de nuetras defensas
También se sabe que la coenzima Q10 tiene una importancia fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro sistema de defensas. Así, cuando los niveles de esta coenzima están bajos el sistema inmune se debilita.
Por tanto, por un lado, como antioxidante que es, la Q10 protege a las células contra los radicales libres. Por el otro, actúa como un agente inmunoestimulante que activa la función de los macrófagos. Eso quiere decir, que la Q10 estimula la efectividad del sistema inmune pero no porque genere la producción de un mayor número de células sino las dota de más energía.
Extraído: Revista Discovery Salud nº 49
Aunque la información presentada puede servir de orientación, en ningún caso debe ser considerada como prescripción médica o recomendación para ninguna enfermedad. CONSULTE SIEMPRE A SU MÉDICO DE CONFIANZA
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