La llegada de la primavera puede ocasionar, en ciertas personas, una reacción alérgica por la presencia de pólenes de árboles y plantas que promueven una serie de síntomas, variables de una persona a otra, pero en definitiva muy molestos. Las reacciones alérgicas son respuestas de nuestro sistema inmune. Frecuentemente, las molestias asociadas con la alergia primaveral cuasan lagrimeo, picor de ojos y garganta, estornudos, migrañas, molestias en la piel... Predominantemente en este tipo de alergias el resultado afercta a las mucosas de las vías respiratorias produciéndose problemas, tales como, rinitis alérgica o bien cuando se afecta la mucosa bronquial donde pueden desencadenarse respuestas respiratorias más acuciadas.
ALIMENTACIÓN
Una buena alimentación es básica
Debemos adaptarnos a la ALIMENTACIÓN de la temporada para obtener de ésta el máximo de nutrientes que nos ayuden a una buena adaptación a la primavera. Durante el mes de MARZO, contaos con zanahorias, tomates, remolacha, puerros, pimiento verde, nabo, lechuga, endivias, calabaza, acelgas... En ABRIL, además espárragos y endivias por excelencia y en MAYO, podemos adjuntar, habas, nabos, berenjenas, judías verdes, nísperos, grosella, frambuesa, alcachofa, apio, espinacas, calabacines y guisantes. Durante todo el periodo se puede optar por manzanas y peras, piña y fresas, dejando para mayo los primeros melocotones. Es una buena época para las sopas de verduras, cremas de alcachofas, de espárragos y pescado como la merluza, mero, rape, salmón, trucha y rodaballo.
NUTRIENTES ESPECÍFICOS
Algunas plantas pueden contribuir a la preparación de nuestro organismo, desde el apoyo hepático, a mejorar la respuesta de nuestro sistema frente a las alergias estacionales. Podemos mencionar entre otras, Cardo María, Diente de León, Cúrcuma, Rompepiedras y Esquisandra. Todas ellas colaboran en la salud hepática, cada una con si propio mecanismo, favoreciendo una correcta función del hígado, actividad colerñetica, apoyo en la producción de sales biliares, y actividad diurética.
Una contribución básica para la reducción de las molestias provocadas por alérgenos es la eliminación de histamina. L-Metionina, es el aminoácido que nos puede ayudar en este contexto. Otro aminoácido que puede ayudarnos en el comienzo del "moqueo" es la L-Cisteína. Y para aquellas personas que no solo tienen alergias durante el periodo primaveral pueden contar con un antioxidante de apoyo que puede favorecer la reducción de brotes, el Ácido Lipóico.
Plantas antialérgicas. Dentro del grupo herbario existen algunas plantas que pueden aliviar las circunstancias propias de este periodo. Regaliz, Donq Quai y Escutelaria.
La Vitaimna C. Tiene la habilidad de reducir la histamina, hace que sea una herramienta útil en la prevención y el tratamiento de circunstancias alérgicas como molestias respiratorias, eczemas, urticaria... El tracto respiratorio se ve beneficiado principalmente por la protección que ofrece esta vitamina frente al daño pulmonar.
Para la astenia primaveral cuyos síntomas son el cansancio, falta de concentración, insomnio y nerviosismo debido al cambio de temperatura, luz, estación... debemos tomar multinutrientes y un buen apoyo para adaptarnos es la Rodiola. Favorece a la mejora de ánimo y la función de aprendizaje y memoria. Permite una mejor función cerebral mejorando la circulación, trasnporte del oxígeno y glucosa cerebral.
Frente a los efectos de los cambios estacionales encionados y principalmente si nos centramos en un estado de nerviosismo e irritabilidad con posibilidad de cambios en el sueño la L-Teanina puede ser una buena opción. Es un aminoácido extraído del té verde que revierte su actividad en aproximadamente 30 minutos tras su ingesta y que actúa como relajante y calmanete. Facilita la reducción del estrés e irritabilidad sin alterar el estado de alerta. Como apoyo general continuo, no podemos perder de vista las vitaminas B. El conjunto de vitaminas B son un soporte esencial para el mantenimiento del sistema nervioso central y protectoras del nervio. Proporcionan un efecto calmante o relajante y son protectoras frente a los desencadenamientos de tensión.
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